Cumplir años es ir tomando conciencia de quienes somos y del mundo en que vivimos.
Cumplir años es descubrir de a poco lo afortunados o desafortunados que fuimos.
Cumplir años es entender nuestra propia realidad y comprender muchas de las cosas que antes no comprendíamos.
Cumplir años es crecer, madurar, recapacitar.
Cumplir años es aprender a perdonar, pero fundamentalmente es aprender a perdonarnos.
Cumplir años es dejar los juguetes, asumir responsabilidades y obligaciones en un mundo que exige ocultar -y hasta matar- al niño que fuimos.
Cumplir años es concretar, pero también soñar.
Cumplir años es tomar conciencia de las injusticias, las diferencias, las necesidades propias y de quienes nos rodean.
Cumplir años es asumir que no todo es tan justo como quisiéramos y que los valores, aquellos que conforman esa escala de la que tanto nos han hablado, se han ido derritiendo en una sociedad que privilegia solamente el lucro, el éxito y el poder.
Cumplir años es buscar la verdad, nuestra propia verdad, para poder desplegarla y ejercitarla cuando sea necesario.
Cumplir años es aceptar, soportar y tolerar.
Cumplir años es advertir lo mucho que hay para hacer y lo mucho que podemos hacer.
Cumplir años es ayudar, brindar una mano y ejercitar la verdadera solidaridad.
Cumplir años es advertir las sillas vacías de los muchos que lamentablemente ya no están, pero también valorar el espacio que ocupan aquellos que sí están.
Cumplir años es alegría, tristeza, melancolía, recuerdos y mucho más.
Por eso, cumplir años es así, la vida misma, porque más allá de toda reflexión y todo balance, cumplir años es vivir, solamente... vivir.
Eduardo Castillo Páez
Periodista Argentino
Cumplir años es descubrir de a poco lo afortunados o desafortunados que fuimos.
Cumplir años es entender nuestra propia realidad y comprender muchas de las cosas que antes no comprendíamos.
Cumplir años es crecer, madurar, recapacitar.
Cumplir años es aprender a perdonar, pero fundamentalmente es aprender a perdonarnos.
Cumplir años es dejar los juguetes, asumir responsabilidades y obligaciones en un mundo que exige ocultar -y hasta matar- al niño que fuimos.
Cumplir años es concretar, pero también soñar.
Cumplir años es tomar conciencia de las injusticias, las diferencias, las necesidades propias y de quienes nos rodean.
Cumplir años es asumir que no todo es tan justo como quisiéramos y que los valores, aquellos que conforman esa escala de la que tanto nos han hablado, se han ido derritiendo en una sociedad que privilegia solamente el lucro, el éxito y el poder.
Cumplir años es buscar la verdad, nuestra propia verdad, para poder desplegarla y ejercitarla cuando sea necesario.
Cumplir años es aceptar, soportar y tolerar.
Cumplir años es advertir lo mucho que hay para hacer y lo mucho que podemos hacer.
Cumplir años es ayudar, brindar una mano y ejercitar la verdadera solidaridad.
Cumplir años es advertir las sillas vacías de los muchos que lamentablemente ya no están, pero también valorar el espacio que ocupan aquellos que sí están.
Cumplir años es alegría, tristeza, melancolía, recuerdos y mucho más.
Por eso, cumplir años es así, la vida misma, porque más allá de toda reflexión y todo balance, cumplir años es vivir, solamente... vivir.
Eduardo Castillo Páez
Periodista Argentino
No hay comentarios:
Publicar un comentario